HORA SANTA POR LA VIDA

1. Exposición con procesión solemne por sacerdote

Canto

2. Coloquio / oración inicial por sacerdote

3. Proclamación de Salmo, Evangelio y predicación/meditación guiada

Señor, te pedimos humildemente, que aceptes este momento de oración como reparación por los crímenes contra la santidad de toda vida humana inocente; como acto de fe en la Providencia Divina que continúa gobernando el mundo con amor; como acto de esperanza en que la juventud del mundo pueda llegar a conocer los verdaderos valores y vivir de acuerdo con ellos; como acto de amor por toda la humanidad.

En la presencia Eucarística de tu Hijo, te pedimos que con su intercesión y el ejemplo de los santos nos ayude a defender y respetar la vida desde su concepción hasta su fin natural, y oremos con el Salmo 96

¡Canten al Señor un canto nuevo, canten al Señor toda la tierra!

2.Canten al Señor, bendigan su nombre, su salvación anuncien día a día.

3.Cuenten su gloria a las naciones y a todos los pueblos sus maravillas.

4.Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza,.más temible que todos los dioses.

5.Pues son nada esos dioses de los pueblos, mas el Señor es quien hizo los cielos.

6.Honor y Majestad van precediéndole, y en su santuario están Fuerza y Esplendor.

7.Ríndanle al Señor tribus y pueblos, ríndanle al Señor gloria y poder,

8.Ríndanle al Señor la gloria de su nombre. Traigan la ofrenda y entren en su templo,

9.adoren al Señor en el atrio sagrado, tiemblen ante él, pueblos de toda la tierra.

10."El Señor reina", anuncien a los pueblos, él fijó el universo inamovible, él juzgará a los pueblos con justicia

Espacio de silencio simple (2 min).

Te ofrezco, Señor, todos mis pensamientos, obras y trabajos de este día.

Bendícelos a fin de que no haya ninguno que no sea hecho por amor.

Hoy de manera especial, permíteme reconocerte en la fracción del pan, y que, en este día solemne, al llegar la noche, seas Tú quien nos expliques las Escrituras y partas para nosotros el Pan.

● De pie, por favor, para escuchar la Palabra del Señor…

Ministro: Del santo Evangelio según san Mateo 28, 16-20

Los once discípulos fueron, pues a Galilea, al monte donde les había ordenado Jesús. Y al verlo lo adoraron; algunos, sin embargo, dudaron. Y llegándose Jesús les habló, diciendo: "Todo poder me ha sido dado en el cielo y sobre la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a conservar todo cuanto os he mandado. Y mirad que Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".

Palabra del Señor.

R= Gloria a ti Señor Jesús.

Espacio de silencio para reflexionar la palabra (2min).

Canto

Meditación del Papa Francisco              

En muchas regiones escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. A menudo esto se debe a que en las comunidades no hay un fervor apostólico contagioso, por lo que les falta entusiasmo y no despiertan ningún atractivo. La alegría del Evangelio nace del encuentro con Cristo y del compartir con los pobres. Por tanto, animo a las comunidades parroquiales, asociaciones y grupos a vivir una vida fraterna intensa, basada en el amor a Jesús y atenta a las necesidades de los más desfavorecidos. Donde hay alegría, fervor, deseo de llevar a Cristo a los demás, surgen las verdaderas vocaciones. Entre éstas no deben olvidarse las vocaciones laicales a la misión. Hace tiempo que se ha tomado conciencia de la identidad y de la misión de los fieles laicos en la Iglesia, así como del papel cada vez más importante que ellos están llamados a desempeñar en la difusión del Evangelio. Por esta razón, es importante proporcionarles la formación adecuada, con vistas a una acción apostólica eficaz. Papa Francisco, Vaticano, 8 de junio de 2014, Solemnidad de Pentecostés

Reflexión

Los misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los hombres de Jesús, para enseñarles a rezar, para decirles que todos debemos amarnos y ayudarnos los unos a los otros, para anunciarles la buena nueva: que Dios nos ama y quiere que todos los hombres se salven.

Atienden hospitales, hogares para huérfanos y ancianos, dispensarios, colegios, universidades. Su labor no es fácil, se les presentan muchas dificultades que tienen que vencer para lograr transmitir la palabra de Dios a los demás.

Necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.

Los misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los hombres de Jesús llevándoles el Evangelio. Existen misioneros por todo el mundo que necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.

La labor de un misionero es muy valiosa.

El primer campo de misiones es nuestro propio hogar, con nuestros hijos y familiares. Ahí el cristiano ha de ser testigo de Jesús, ha de dejar ese buen aroma a Cristo.

El mundo del trabajo, ahí donde realices tus actividades diarias, sea en la fábrica, en el campo, en la carretera, en el hogar, ahí donde haya un cristiano, habrá un testimonio de alguien que sabe que Jesús ha resucitado, que está esperándonos con las manos abiertas para darnos la felicidad eterna.

Finalmente, el cristiano podrá buscar los apostolados que le permitan llevar a más personas, a más hijos de Dios el mensaje de Salvación. ¿Cuántas gentes de tu comunidad no conocen a Jesús y no hay nadie que se los lleve? Ahí estarás tú, como misionero, ayudando a los demás a que descubran, encuentren, conozcan y se enamoren del Señor.

La vocación al apostolado es para todo los cristianos. No podemos quedarnos con las manos cruzadas cuando tantos y tantos enemigos de Dios andan por ahí, confundiendo a los demás.

Todo cristiano está llamado por vocación a la evangelización, al apostolado. Todos recibimos el mandato divino de ir y predicar el Evangelio a toda creatura.

El apostolado ha de ser inspirado por la oración, pues nadie puede dar lo que no tiene. En el apostolado, lo que llevamos a los demás es al mismo Jesucristo. Y, ¿cómo llevarlo, cómo hablar de Él, como invitar a los demás que lo conozcan si yo no lo conozco? Y al Señor se le conoce en la oración, en el trato cercano y familiar. Teme al que habla mucho de Dios pero no habla con Dios.

Hoy, más que nunca, se necesita que todos los fieles cristianos nos comprometamos generosamente a predicar el Evangelio en la comunidad donde nos encontremos, pues hay muchos enemigos de Cristo y de su Iglesia que buscan destruirla.

• Jesucristo nos dio su último mandato el día de la Ascensión al Cielo.

• Este mandato fue: "Vayan y prediquen el Evangelio a toda creatura".

• Todo cristiano tiene por vocación llevar la buena nueva a los demás.

• Empecemos el apostolado en casa y en el trabajo. Luego vayamos más allá.

• El alma de todo apostolado es la oración.

Plegarias

Te ofrecemos estas oraciones por la misión que nos has confiado; la misión de defender la vida humana desde su comienzo con el milagro de la concepción, hasta la serenidad espiritual de la muerte natural. Para que no nos desanimemos ni perdamos tu dirección; Roguemos al Señor respondiendo a cada una de nuestras plegarias Te lo pedimos Señor

1. Te pedimos Señor por todas las madres que se encuentran embarazadas y tienen dificultades, para que sepan encontrar con la ayuda de la Iglesia la fuerza y el coraje que necesitan. Te lo pedimos Señor

2. Te pedimos Señor, para que todas las leyes protejan la vida, desde su concepción hasta su término. Te lo pedimos Señor

3. Te pedimos Señor para que todas las personas puedan evitar la tentación de resolver sus problemas recurriendo a la violencia, particularmente en contra de la vida humana en sus etapas más vulnerables. Te lo pedimos Señor

4. Te pedimos para que todos los enfermos que sufren depresión, puedan experimentar el cariño de la Comunidad Cristiana y el coraje de encontrar a Dios dentro del propio sufrimiento. Te lo pedimos Señor

5. Te pedimos para que todos nosotros seamos valientes a la hora de defender la Vida como el mayor regalo que Tú nos has hecho. Te lo pedimos Señor

6. Que la Iglesia, Pueblo de la Vida, pueda dar un alegre y convincente testimonio de que cada vida humana proviene de Dios, le pertenece a Dios, y está hecha para regresar a Dios. Te lo pedimos Señor

Oración final

Oh María, Aurora del mundo nuevo> Madre de los vivientes. A Ti confiamos la causa de la vida; mira, Madre, el número inmenso de niños a quienes se les impide nacer> de pobres a quienes se les hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana> de ancianos enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad. haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo, el Evangelio de la vida.

Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo. La alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. AMÉN.

Oración personal

Cantos (3) y silencio meditativo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Pidamos para que, contemplando a Cristo en la Eucaristía, confiemos en Él.

4. Bendición y letanías

Bendito sea Dios.

Bendito sea su Santo Nombre.

Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre.

Bendito sea el Nombre de Jesús.

Bendito sea su Sacratísimo Corazón.

Bendito sea su Preciosísima Sangre.

Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.

Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.

Bendita sea la Incomparable Madre de Dios la Santísima Virgen María.

Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.

Bendita sea su gloriosa Asunción.

Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre.

Bendito sea San José su casto esposo.

Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

5. Bendición final